Consideramos que este tiempo en cuarentena puede ser vivido como una gran oportunidad para revisar nuestras rutinas y hábitos en nuestra vida cotidiana.
El CO-VID 2020 nos forzó a frenar, a quedarnos en casa, a pausar proyectos, actividades y con esto el piloto automático, exigencias y la vorágine productiva en la que muchos estábamos insertos.
Si bien no negamos las complicaciones que todo esto puede traer en muchos niveles, podemos tomar esta situación actual que atravesamos a nivel mundial como una invitación a reconectarnos con nosotros mismos. Hay una frase que dice “Si la vida nos da limones, hagamos limonada”.
Aprovechemos esta pausa obligada para volver a lo simple, al disfrute de las pequeñas cosas, a valorar los vínculos, añorar el contacto, el tiempo para relajarnos, para tomar mates sin apuro, para volver a las recetas caseras, a las siestas, al tiempo en familia, la importancia de la actividad física, un buen libro, un baño con burbujas, poder “perder el tiempo” tranquilos. Podemos considerar este aislamiento como una revolución del disfrute.
Revisemos que aspectos de esta cuarentena queremos mantener cuando todo esto pase, qué aprendimos, de qué nos dimos cuenta y por contraste, de qué hábitos y rutinas queremos desprendernos para aumentar así nuestra calidad de vida.