Todos sabemos que nuestro cerebro trabaja con imágenes. Sabemos también que los estresores pueden ser reales o imaginarios. En esta época de pandemia existe un estresor real, concreto y compartido, pero que podemos agravar fácilmente a partir de lo que visualizamos. Recordemos que el cerebro no distingue entre real e imaginario. Podemos crear adentro nuestro, por ejemplo, películas catastróficas que aumenten nuestro nivel de estrés o bien, películas armoniosas que generen sensación de placer y tranquilidad. Entonces, proponemos utilizar esta herramienta a nuestro favor.
Los invitamos a incorporar la visualización positiva en una meditación (pueden acompañarlo con la respiración abdominal y música relajante), volviendo a un recuerdo cálido y placentero que nos produzca calma, o creando una situación ideal deseada. Con solo dedicar pequeños momentos en el día para visualizarnos de esta forma generaremos un antídoto potente antiestrés.